El animal sagrado
Soñaba que de camino de regreso a casa, no recuerdo de donde venía, sólo que regresaba a casa, en el autobús, ofrecían un film al parecer norteamericano, quería llegar contándole a Hans que había disfrutado de una verdadera obra de arte del cine, pero el camino de regreso seguía siendo largo, y las ansias de contar algo se desvanecen en las lejanías. Cada que viajo acorto las lejanías leyendo, es por consiguiente que siempre cargo con más de un libro en mi equipaje. Saqué un libro, por cierto muy delgado, un ensayo sobre algo que nunca llegué a comprender, a pesar de su buena coherencia y sencillez en la escritura. No importó de mucho lo sencillo para comprender las frases de aquel escritor, al parecer argentino. Después de cinco o seis páginas me fue imposible comprender el resto. No acababa de leer una oración aun, no había llegado a un punto y seguido, cuando de pronto ya estaba leyendo la siguiente oración, la de después del punto y seguido. Luego, cuando en realidad creía