UNA BUENA MANCUERNA en el suspenso español: Amenábar-Gil
Con una dosis
de alto impacto y con un estilo muy característico, que no niega en nada la
escuela de Amenábar, Mateo Gil, nos
envuelve en un suspenso paranoico, en su cinta debut “Nadie conoce a nadie”, en la que con ayuda de unos buenos efectos
especiales y una muy detallada maqueta de Sevilla nos brinda la oportunidad de
ver estallar el Pabellón de la Feria Sevilla 92, y por poco hasta nos la
creemos.
El cine español
de finales de siglo pasado y principios de éste se ha distinguido por abordar temas sin precedente, mismos
que han dado pie a que películas Hollywoodenses intenten (sin éxito) copiarlos,
tal es el caso de 8mm, similar a Tesis sólo hasta el grado de tocar el
tema de la violencia audiovisual, pero comercializando la idea al enfocarse más
en vender la imagen del personaje
principal como héroe, en sólo otra película de acción.
Nadie Conoce a Nadie |
Otro caso es el
refrito de Abre los ojos, Vanilla Sky, producida por Tom Cruise, con el propósito de
encarnar al personaje antes llevado a la pantalla por Eduardo Noriega, y si
acaso, la negociación de hacer esta versión hollywoodense sirvió para que el
mismo Cruise se encargue de producirle a Amenábar el ya gran clásico “Los
Otros”, también se encargó de despedazar una obra maestra del cine español (Abre
los Ojos), al cambiar la encantadora (por tenebrosa) música de piano ejecutada
por el mismo Amenábar, por un coctel del más variado rock y pop gabacho en el
soundtrack, entre otras cosas, claro, con un director de documentales de bandas
de rock y videos musicales, que podíamos esperar (zapatero a tus zapatos) de Cameron
Crowe, quien se diera a conocer por una
película que si justificaba tal muestra de rock, como lo fue la galardonada Casi
Famosos (palomita), pero que con el terror le ponemos tache.
Tesis |
Siguiendo con
los españoles de quienes les hablo, y por lo que titulé esta nota como la
titulé, mi intención es hablar de la gran mancuerna que forman estos dos
pelados juntos: Alejandro Amenábar y Mateo Gil, este último, colaborador en el
guión de cintas como Tesis (1995) y Abre
los ojos (1998) de Alejandro Amenábar, quien dirige una historia en la que
quisiera profundizar más, “Nadie conoce
a nadie”, en la que se combina la religión y el terrorismo para dar forma a
esta historia.
Abre los Ojos |
El personaje
principal es Simón (Eduardo Noriega), quien trabaja en un periódico haciendo
crucigramas, un día escucha en la contestadora de su teléfono un mensaje, en el
que una voz distorsionada, de alguien que parece conocer muy bien su vida
personal, lo obliga a que en el crucigrama del siguiente domingo aparezca la
palabra “adversario”. Surgen ciertos acontecimientos relacionados con esa
llamada que hacen que Simón desconfíe de Sapo (Jordi Mollá), con quien comparte
su departamento, y tras investigar, poco a poco se complica la trama hasta
verse inmerso en un peligroso juego de rol, en el que la habilidad para usar
una pistola está por encima de la posibilidad que te den unos dados.
Para aquellos que vieron El protegido (Unbreakable, EUA, 2000) de M. Night Shyamalan, quizás les parezca relacionada la trama, sólo que en “Nadie conoce a nadie” en lugar de un archivillano que busque a su super héroe para volver realidad un cómic, en esta ocasión, un adversario busca, también mediante terrorismo, a un elegido, para así poder darle vida a un juego de rol. De entrada podría sonar ñoña, pero con el antecedente de las historias que conocemos de Mateo Gil vale la pena dedicarle ese rato. Hay que poner atención en la fotografía que muestran de Simón en la escena del noticiero, porque podría ser la misma que muestran, también en un noticiero, en la película de Tesis… broma…
Para aquellos que vieron El protegido (Unbreakable, EUA, 2000) de M. Night Shyamalan, quizás les parezca relacionada la trama, sólo que en “Nadie conoce a nadie” en lugar de un archivillano que busque a su super héroe para volver realidad un cómic, en esta ocasión, un adversario busca, también mediante terrorismo, a un elegido, para así poder darle vida a un juego de rol. De entrada podría sonar ñoña, pero con el antecedente de las historias que conocemos de Mateo Gil vale la pena dedicarle ese rato. Hay que poner atención en la fotografía que muestran de Simón en la escena del noticiero, porque podría ser la misma que muestran, también en un noticiero, en la película de Tesis… broma…
Los Otros |
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