Recuerdo un término que le escuché alguna vez a un jefe del trabajo: «afilar el hacha». De manera, pudiera decirse que literal, este término se alude quizás a un leñador que, si este se arranca a dar de golpes con su hacha hacia el tronco de un árbol, el filo inicial comenzará a quitar la corteza de manera fácil, pero poco a poco, conforme sigue golpeando y se acerca más al centro del tronco este se vuelve cada vez más duro, y a la vez el hacha ya ha perdido filo y se vuelve más débil. Es en ese momento en el que el leñador debe decidir dejar de avanzar para sentarse, no a descansar, sino a afilar su hacha, y una vez que esta haya recobrado el filo se pueda volver a avanzar hasta el núcleo del tronco. Algo similar le pasa a un escritor durante algún proyecto literario, con el primer brote de inspiración te puedes poner a escribir y avanzar varias cuartillas, pero conforme te acercas al desarrollo de eje central de tu discurso, notas que esa inspiración y la congruencia de ideas parec
8. Elementos de un libro 8.1. Partes internas y externas de un libro Imaginemos que estamos sumamente inspirados y corremos a la computadora porque se nos vino a la mente un tema genial para escribir nuestra próxima novela y comenzamos escribiendo, «Capítulo 1», y nos seguimos de largo escribiendo hasta el final. Entonces, justo cuando pensamos que ya hemos terminado, nos damos cuenta de que nuestra novela no tiene un nombre aún, y también notamos que tampoco tenemos portada. Del mismo modo hemos terminado de dar formato a la parte central de nuestro libro, ya tenemos todos los párrafos y los encabezados capitulares, estábamos tan inspirados que no pensamos en los pequeños detalles, aquellos elementos que, sin ser parte fundamental de la historia, nos ayudan a complementar nuestra publicación y darle el formato de libro y ya no más de simple manuscrito. Del mismo modo hemos terminado de dar formato a la parte central de nuestro libro, ya tenemos todos los párrafos y los encabezados cap
5. Estilo Normal (Párrafo) En la paleta de estilos predefinidos tenemos los más comunes a utilizar, mi recomendación es comenzar seleccionando todo el texto de nuestro documento (Ctrl+E), y por lo pronto designar a todo el documento el estilo «Normal», sin importar la configuración de diseño que tenga actualmente. Muy probablemente ya lo teníamos en estilo «Normal» cuando lo pegamos desde nuestro bloc de notas, aun así, confirmaremos que ahora esté en estilo «Normal». Lo siguiente que haremos es modificar la configuración del estilo «Normal», para dejarlo justo con el diseño que necesitamos para la mayor parte del cuerpo de nuestro libro y con el formato estándar de un libro impreso. Nos dirigimos a la paleta de estilos que se encuentra en nuestra barra de herramientas, colocamos el cursor sobre el estilo «Normal» y oprimimos el botón derecho de nuestro «Mouse» (Figura 15). Se deberá abrir un cuadro de opciones como el que se presenta a continuación en la Figura 16. 5.1. Tipografía Com
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